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Washington, 5 feb (EFEUSA).- Objetos de arte generados por la sabiduría de la artesanía tradicional española conjugada con las nuevas técnicas del diseño se muestran a partir de hoy en Washington en una exposición inédita en el país que busca sorprender al público.

“Artesanía contemporánea” es como resumió la comisaria de la muestra, Tachy Mora, las cerámicas, cristales, zapatos o accesorios de piel que se mostrarán hasta el 29 de marzo en la Antigua Residencia de los Embajadores de España, en la capital.

Sobre tablas para almacenar mercancías y cajas de cartón, las piezas de arte “buscan cambiar la idea de artesanía, siempre ligada a lo tradicional, pero que puede ser moderna y contemporánea”, destacó Mora en declaraciones a un reducido grupo de periodistas.

El diálogo entre diseño y arte impulsó a Mora a escribir un libro, “Artesanía española de vanguardia”, que dio nombre y forma a esta exposición, que en España ya visitó Madrid y Elche.

Ahora desembarca en Washington para luego seguir con su gira internacional en Lima, adonde llegará en junio, y en la Ciudad de México, capital reservada para agosto.

Innovadores y rompedores, los artistas “protegen” una forma de trabajar tradicional y de detalles, al mismo tiempo que sorprenden al público con técnicas contemporáneas, que buscan atraer también a un público más joven, explica Mora.

La curadora, que ofreció a la prensa un tour previo a la apertura de la muestra, destacó lo increíble y complicado de algunos procesos de creación, como el de las velas de la empresa “Cerabella”.

“Hay un proceso industrial en el que se derrite la vela dentro del recipiente de cristal. Pero, para hacer esas formas decorativas tan raras, hay que utilizar las manos. Es un proceso que se utiliza desde hace décadas. Muy cuidado. Te puede llevar un día hacer una vela”, explicó.

Los orígenes de la empresa se remontan a 1862, cuando Francisca Abella dejó atrás su pueblo natal en la provincia de Lérida (España) para abrir un obrador de candelas y cirios en el barrio del raval de Barcelona.

En los años 80, “Cerabella” -llamada así en honor a su fundadora- introdujo en plantilla un departamento creativo, integrado por profesionales que conocían a fondo el oficio artesano de la cera.

Los diseñadores Toni Miró, André Ricard, Javier Mariscal y Óscar Tusquets colaboraron con la firma en los años 90 y ahora, en el nuevo siglo, cruza el Atlántico con sus velas amarillas, que reunidas en una vitrina recuerdan a la Ciudad Encantada de Cuenca.

A veces la creación viene por la experiencia, pero otras veces hay que inventarse el proceso para llegar a la pieza deseada, que siempre es lo más difícil, destaca Tachy Mora.

Esa es la historia de “Teixidors”, una cooperativa textil que nació en 1983 en Barcelona y a la que dieron forma Marta Ribas, una trabajadora social especializada en psiquiatría, y Juan Ruíz, ingeniero técnico en electrónica y textil.

Querían integrar laboral y socialmente a personas con discapacidad psíquica a través de una actividad que pudiera servir como terapia.

Eligieron tejer gorros, bufandas y chalecos, pero no tenían los telares sencillos de usar que querían así que, simplemente, los construyeron ellos mismos, relata la comisaria.

Innovación en telares y también, en fundas para ordenadores de piel de vacuno español, inspiradas en el fundador de Apple, el difunto Steve Jobs.

Un día, Luís Garrido y Alejandro Ulloa vieron como Jobs presentaba el MacBook, el portátil más fino hasta la fecha, y decidieron crear “iSobre”.

Descubrieron que no existían muchas fundas de ordenadores de calidad en el mercado y decidieron aprovechar el hueco.

Oportunidad, apuesta por la calidad y estética contemporánea, la muestra hace del diálogo entre vanguardia y artesanía tradicional su seña de identidad y se dispone, con este nuevo viaje, a sorprender hasta a los más escépticos.