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Bogotá, 7 oct (EFE).- Un líder comunitario que promovía la restitución de tierras en el norte de Colombia fue asesinado el domingo tras reunirse con un congresista, informó hoy la Defensoría del Pueblo.

Carlos Eduardo Olmos Cárdenas, miembro de la Mesa de Víctimas de la población Los Palmitos, en el departamento de Sucre, fue asesinado por desconocidos, que le dispararon siete veces, cinco de ellas en la cabeza, cuando atendía su negocio de comida en la plaza del municipio.

El congresista de izquierdas Iván Cepeda explicó hoy que horas antes del asesinato mantuvo una reunión con Olmos Cárdenas y otros miembros de la mesa de víctimas de ese municipio para tratar el asunto de la restitución de tierras.

“Es inconcebible que después de una reunión donde se hicieron varias denuncias, aparezca asesinado uno de los principales líderes de la comunidad”, dijo el legislador, quien pidió al Gobierno que investigue el caso.

La Defensoría del Pueblo secundo esa petición y pidió, además, a la Unidad de Protección de Víctimas que adopte medidas “para salvaguardar la vida e integridad” de Luis Felipe Vega, otro representante de la Mesa Municipal Los Palmitos.

Cepeda dijo que el crimen de Olmos Cárdenas y las constantes amenazas “confirman que las víctimas continúan siendo perseguidas, estigmatizadas y exterminadas”.

La ONG Human Right Watch (HRW) denunció hace un mes en un informe que despojar, amenazar y desplazar “resulta gratis” en Colombia.

En ese informe, HRW constataba que el accionar de los grupos paramilitares que aún operan en Colombia y en especial Los Urabeños, así como “la falta de justicia”, impiden que se aplique con éxito la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, promulgada en 2011 por el presidente Juan Manuel Santos.

La restitución, así como el fin del conflicto armado con la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), son los principales retos que se ha marcado Santos en su mandato de cuatro años, que terminará el 7 de agosto de 2014.

La ONG denunció además que los paramilitares están detrás de asesinatos de líderes de restitución de tierras, secuestros, múltiples amenazas y nuevos desplazamientos.

Según las organizaciones de víctimas, en los últimos tres años han sido asesinados más de medio centenar de reclamantes de tierras en este país.