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Menos paro y pobreza en primeros diez años de gobiernos de izquierda en Uruguay

KDCU News
10/20/2014 8:16 AM

Montevideo, 20 oct (EFE).- Uruguay logró reducir la pobreza del 40 al 11 %, mejorar la distribución de la riqueza y dejar un nivel de desempleo “históricamente bajo” en la primera década de gobierno de izquierdas, pero tiene su “talón de Aquiles” en la inflación.

Esas son las tres bazas económicas que el presidente de Uruguay, José Mujica y el exmandatario y candidato del Frente Amplio a la presidencia, Tabaré Vázquez, atribuyen a esta etapa de gobierno en el país, que el próximo día 26 celebrará unas elecciones que determinarán si el bloque de izquierdas se mantiene en el poder.

Por el momento, las encuestas le dan la victoria, pero sin los votos suficientes para lograr la mayoría necesaria, contener el ascenso de la oposición y mantenerse en el poder, por lo que sería necesaria una segunda vuelta en noviembre.

El presidente Mujica, que llegó al cargo en 2010 y cuya reelección imposibilita la Constitución, no oculta su convencimiento de que Tabaré Vázquez, presidente de 2005 a 2010, logrará serlo de nuevo.

No obstante, “Pepe”, como se le conoce al presidente, siempre ha presumido de haber contribuido, junto a Vázquez, a transformar la economía del país desde que este último consiguió llevar a la izquierda al poder por primera vez en la historia de Uruguay.

El Frente Amplio llegó al poder, según Mujica, en un momento -la grave crisis bancaria de 2002-, en el que existían “salarios miserables” y “pensiones de vergüenza” y “cientos de empresas” entraron en quiebra.

Una situación a la que a su juicio se hizo frente gracias a “priorizar la inversión, tragar saliva y dar seguridades y beneficios para que se radicaran capitales y se pudieran generar fuentes de trabajo”.

Ahora, una década después, Tabaré Vázquez aspira a volver a ocupar el sillón presidencial dispuesto a continuar la política económica que llevó Uruguay al “crecimiento” y la disminución de la desigualdad.

El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, sitúa a Uruguay, junto a Venezuela, como dos de los países de América del Sur en los que en el periodo 2002-2011 la desigualdad era menor, mientras que es el propio gobierno el que asegura haber reducido el nivel de pobreza del 39 % de 2004 al 12 % de 2012.

Con cifras de desempleo bajas -el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo sitúa en el 6,9 % en 2015, mientras que en 2005 llegó al 22 %- , y drásticos recortes de la pobreza -del 40 al 11 % en diez años según el Banco Mundial -son constantes motivos de orgullo para los frenteamplistas.

Sin embargo, uno de los “talones de Aquiles” de su gestión parece ser la inflación.

Aunque las previsiones del FMI para 2015 colocan a Uruguay liderando el ránking de PIB “per cápita” de América Latina con 16.332 dólares, también lo hacen como segundo país con la tasa de inflación más alta.

“La inflación no está fuera de control, ni mucho menos. Está un poco por encima de lo que desearíamos. Pero sería un problema si no fuera predecible y alterara las decisiones, que no es el caso”, comentó al respecto el ministro de Economía, Mario Bergara.

Precisamente este es uno de los temas que han usado en contra del oficialismo los líderes de la oposición.

El candidato del Partido Nacional a la presidencia, Luis Lacalle Pou, consideró durante la campaña electoral que Uruguay sufrió una “pérdida de competitividad en estos años” y prometió establecer un control sobre la inflación, fortalecer el peso frente a las fluctuaciones del dólar y reducir la burocracia que afrontan las inversiones extranjeras.

Por su parte, el representante del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, llamó a contener el gasto público como medida de “ataque a la inflación”.

Controvertido es igualmente el vínculo que Uruguay mantiene con el Mercado Común del Sur (Mercosur), integrado también por Argentina, Brasil, Paraguay y Venezuela.

Mientras el candidato oficialista, Tabaré Vázquez, apuesta por fortalecer los lazos, sus contrincantes de la oposición consideran necesario impulsar otros acuerdos comerciales para que el país no pierda oportunidades económicas.